Pido una tregua,
se lo pido a mi mente y corazón
pido que cesen de edificar este muro forjado de orgullo,
pues hace tiempo perdí de vista el final.
Lo unico que consegui fue bloquear el sol,
negándome el calor de aquellos rayos que otorgan el perdón.
Pido una tregua,
consciente de que fui yo quien colocó la primera piedra,
al olvidar que el amor no se rige por una estrategia,
pues no es un juego en el que se tenga que ganar.
Permitan a mi cuerpo descansar,
encontrar paz en la belleza de su mirar,
que su sonrisa una vez más me haga respirar,
si al final solo amarla en su libertad es lo que me podrá salvar.